
Primeramente, tengo que admitir que lastimosamente en muchos casos es cierto el binomio vejez-enfermedad, que no en todos los casos se cumple, dado que contrariamente he conocido abuelitos que gozan de una salud muy aceptable (algunos ni siquiera usan lentes). Lo injusto es que no todo alrededor de la vejez es enfermedad (como se quiere hacer ver por los burlones o incultos), por tanto la enfermedad es parte de la verdad de la edad, pero hay otros aspectos también relacionados con la edad, que también son descriptivos de la convivencia con gente adulta mayor, y sin embargo no se menciona, que es lo que citaré en el párrafo inmediatamente siguiente, procurando hacer justicia, con el "recordatorio de aspectos que se pasan por alto".
Porque quiero agregar que otros acompañantes de la edad, además de las innegables e indeseables enfermedades, son: la sabiduría, el consejo oportuno, el hombro consolador, el oído siempre atento a escuchar tristezas y alegrías, el apoyo amoroso en el cuidado de los nietos, el apoyo en realizar muchos de los oficios domésticos, y, en muchos casos, el apoyo trasciende al plano financiero, ya que son muchos los abuelitos que aportan de su pensión de vejez para colaborar con los gastos de la casa.

El respeto a los adultos mayores como valor social indispensable, es algo que se ha venido extinguiendo. Las publicaciones de este blog, procuran redimir las verdades y razones para rescatar y restablecer dicho valor social. Entre otras cosas, es cambiar la visión despectiva de llamarlos viejos, porque tras esa expresión hay otra connotación distinta, de sabiduría y amor. Aspiro que mucha gente bondadosa, pueda ser sensible a tales verdades, y dar a los viejos, el lugar que se merecen y que incluso les debe ser reconocido. Veo necesario el puntualizar brevemente, que un valor social es una forma de pensar y de actuar socialmente conocida y practicada por "todos" los miembros de esa sociedad, por tanto, es indispensable que todos conozcamos y practiquemos esos valores fundamentales de cualquier "sociedad civilizada" que se supone ha evolucionado al nivel de respetar a cada miembro de su sociedad como persona valiosa y con derechos y deberes fundamentales.
Quiero finalizar acotando lo siguiente: He visto a muchos abuelitos cuidando a gente joven, que a tan corta edad padecen de graves enfermedades, y el cuidado es tan esmeradamente amoroso, que nunca he escuchado a esos abuelos quejarse por cuidar jóvenes convalecientes o en recuperación por alguna enfermedad. Mi inquietud es: ¿por qué no retribuirle a ellos con un "cuidado esmeradamente amoroso" cuando son ellos quienes pasan al mal momento de la enfermedad?. Si ellos no se quejan por cuidar de jóvenes fuertes, que en algún momento enferman, ¿por qué quejarnos de cuidar adultos mayores, cuya edad los hace vulnerables y débiles a afrontar episodios de enfermedades?.
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