Realmente me da un sentimiento de inconformidad (por decir menos) cuando oigo comentarios sin sentido respecto al papel de los miembros de la tercera edad
en una casa. Y como escritor de un blog sobre abuelos, me enserié en la idea de concebir las ideas para rebatir tan desconsideradas opiniones, porque cuán triste es escuchar el reconocimiento al abuelo ya muerto, cuando se pudo hacer cuando aún vivía, ¡por favor el tiempo de amar a los abuelos es el ahora!. En ese esfuerzo cognitivo, pensé en algo que luego de meditarlo a profundidad lo consideré imposible, y es concebir pasar ¡un día sin abuelos!, y ya verás que además de absurdo sería simplemente ¡inconcebible!. Y luego, aprende a amar y valorar a los abuelos, y muy importante, ¡a exigir respeto hacia ellos!.
Haré un intento de exposición sinóptico de todas las eventualidades de cualquier hogar normal que son atendidas por los amados abuelos.
Sucede que muy temprano son muchas las madres que piden a sus ancianos padres: no te olvides de buscar a tu nieto en el colegio, entonces ¿Se imaginan para esas madres que sus hijos pasen un día sin sus amados abuelos?.
También ocurre que el padre al salir le pide a su progenitor el favor que le haga diligencias en el banco, o comprar cosas faltantes en la despensa, o la medicina para calmar la tos del nietecito. ¿Se imaginan para esos padres que sus hijos pasen un día sin sus amados abuelos?.
Estoy seguro que muchas veces habrán visto o escuchado de abuelos que se pasan todo un día cuidando los nietecitos, y eso significa cambiarle pañales, bañarlos, atender sus horas de comida, etc, ¿se imaginan que sus hijos pasen un día sin sus amados abuelos que atiendan todos esos menesteres?.
Quién no recuerda las veces que los abuelos les llevaron al parque, o al Centro Comercial, para distraer a ese pequeño que se aburre en la casa, y juntos se comían un helado. ¿Se imaginan la falta que haría a esos nietos la presencia de un abuelo consentidor que cada tarde los sacaba a pasear?.
Ni hablar de los abuelitos que durante la noche ayudan con la enfermedad de los nietos, cuidándolos para que sus padres no se desvelen y puedan ir a trabajar tranquilos, y luego la tarea continúa al día siguiente, teniendo que atender altas fiebres o incluso enfermedades como lechinas, neumonías, etc. ¿Se imaginan para esos padres que sus hijos pierdan semejante apoyo de amados abuelos?.
Con el asunto del alto costo de la vida, son muchos los abuelos que dedican el dinerito de su pensión para ayudar en la compra de regalos de navidad, o de útiles escolares, o de medicinas, ¿Se imaginan perder apoyo tan invalorable y desinteresado de los amados abuelos?.
Cuánto agradecen los padres el que el abuelo estuviera presente cuando el niñito de la casa se cayó recibiendo un fuerte golpe, o cuando fue mordido por un perro callejero, o cuando se cayó del árbol donde jugaba, en fin, cuando luego de alguno de los infaltables accidentes familiares está presente el abuelo para socorrer a sus nietos. ¿Se imaginan si llegara a faltar tan invalorable apoyo?.
Muchos jóvenes cuentan cómo sus abuelos escucharon sus tristezas, sus travesuras en el colegio, sus despechos de amores de adolescentes, sus ideas al pintar o al escuchar música, sus alivios por recibir ideas de abuelos para hacer tareas escolares; ...y creánme que la lista es aún más extensa. ¿Se imaginan si llegara a faltar tan sólo por un día, ese invalorable apoyo?.
Por favor, luego de leer estas reflexiones, cuando vuelvas a escuchar a algún insensato desconociendo la importancia de los familiares de la tercera edad en cualquier familia, ¡mándalos a callar!, y exige el respeto que merecen los ancianos por su invalorable aporte en la formación de valores y cuidados a los más pequeños de la familia.
Una última reflexión, asomada someramente en la introducción: no vayas a esperar que se muera tu abuelito para luego decir "tan bueno que era el abuelito, y ahora no podré agradecerle", de manera que apresúrate a buscar a tu abuelo, abrázalo, bésalo, díle cuánto lo amas, y no olvides la suerte de contar un un amado abuelo que te adora y haría por tí hasta lo inimaginable, así que, ¿podrías concebir un día sin tus amados abuelos?.
en una casa. Y como escritor de un blog sobre abuelos, me enserié en la idea de concebir las ideas para rebatir tan desconsideradas opiniones, porque cuán triste es escuchar el reconocimiento al abuelo ya muerto, cuando se pudo hacer cuando aún vivía, ¡por favor el tiempo de amar a los abuelos es el ahora!. En ese esfuerzo cognitivo, pensé en algo que luego de meditarlo a profundidad lo consideré imposible, y es concebir pasar ¡un día sin abuelos!, y ya verás que además de absurdo sería simplemente ¡inconcebible!. Y luego, aprende a amar y valorar a los abuelos, y muy importante, ¡a exigir respeto hacia ellos!.Haré un intento de exposición sinóptico de todas las eventualidades de cualquier hogar normal que son atendidas por los amados abuelos.
Sucede que muy temprano son muchas las madres que piden a sus ancianos padres: no te olvides de buscar a tu nieto en el colegio, entonces ¿Se imaginan para esas madres que sus hijos pasen un día sin sus amados abuelos?.
También ocurre que el padre al salir le pide a su progenitor el favor que le haga diligencias en el banco, o comprar cosas faltantes en la despensa, o la medicina para calmar la tos del nietecito. ¿Se imaginan para esos padres que sus hijos pasen un día sin sus amados abuelos?.
Estoy seguro que muchas veces habrán visto o escuchado de abuelos que se pasan todo un día cuidando los nietecitos, y eso significa cambiarle pañales, bañarlos, atender sus horas de comida, etc, ¿se imaginan que sus hijos pasen un día sin sus amados abuelos que atiendan todos esos menesteres?.
Quién no recuerda las veces que los abuelos les llevaron al parque, o al Centro Comercial, para distraer a ese pequeño que se aburre en la casa, y juntos se comían un helado. ¿Se imaginan la falta que haría a esos nietos la presencia de un abuelo consentidor que cada tarde los sacaba a pasear?.
Ni hablar de los abuelitos que durante la noche ayudan con la enfermedad de los nietos, cuidándolos para que sus padres no se desvelen y puedan ir a trabajar tranquilos, y luego la tarea continúa al día siguiente, teniendo que atender altas fiebres o incluso enfermedades como lechinas, neumonías, etc. ¿Se imaginan para esos padres que sus hijos pierdan semejante apoyo de amados abuelos?.
Con el asunto del alto costo de la vida, son muchos los abuelos que dedican el dinerito de su pensión para ayudar en la compra de regalos de navidad, o de útiles escolares, o de medicinas, ¿Se imaginan perder apoyo tan invalorable y desinteresado de los amados abuelos?.
Cuánto agradecen los padres el que el abuelo estuviera presente cuando el niñito de la casa se cayó recibiendo un fuerte golpe, o cuando fue mordido por un perro callejero, o cuando se cayó del árbol donde jugaba, en fin, cuando luego de alguno de los infaltables accidentes familiares está presente el abuelo para socorrer a sus nietos. ¿Se imaginan si llegara a faltar tan invalorable apoyo?.
Muchos jóvenes cuentan cómo sus abuelos escucharon sus tristezas, sus travesuras en el colegio, sus despechos de amores de adolescentes, sus ideas al pintar o al escuchar música, sus alivios por recibir ideas de abuelos para hacer tareas escolares; ...y creánme que la lista es aún más extensa. ¿Se imaginan si llegara a faltar tan sólo por un día, ese invalorable apoyo?.
Por favor, luego de leer estas reflexiones, cuando vuelvas a escuchar a algún insensato desconociendo la importancia de los familiares de la tercera edad en cualquier familia, ¡mándalos a callar!, y exige el respeto que merecen los ancianos por su invalorable aporte en la formación de valores y cuidados a los más pequeños de la familia.
Una última reflexión, asomada someramente en la introducción: no vayas a esperar que se muera tu abuelito para luego decir "tan bueno que era el abuelito, y ahora no podré agradecerle", de manera que apresúrate a buscar a tu abuelo, abrázalo, bésalo, díle cuánto lo amas, y no olvides la suerte de contar un un amado abuelo que te adora y haría por tí hasta lo inimaginable, así que, ¿podrías concebir un día sin tus amados abuelos?.
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