
por tantos sacrificios en levantar nuestras familias,
primero nuestros padres y ahora nuestros nietos,
gracias, muchas gracias,
por regalarnos tanta sabiduría y comprensión,
por aportarnos un granito de amor y felicidad,
por mostrarnos el valor de la dignidad,
gracias muchas gracias,
porque el paso de ustedes por esta vida
no fue en vano, ni será olvidado, y,
será además un ejemplo valioso a imitar.
Vuestros nietos, ¡os aman!, y,
también les ofrendan sus tiernas gracias.
A Dios gracias, por darnos el regalo maravilloso
de vuestra tierna compañía.
